Hola amigos.
Hoy es 19 de marzo, festividad de San José. En mi ciudad, a la que amo, llevamos varios días de exacerbada bacanal, juerga salvaje y ruido atronador. A mi la verdad es que las "Fallas" no me gustan demasiado, seguramente porque soy una persona amante de la tranquilidad, por eso me encanta Vejer de la Frontera.
El lunes os prometí que os contaría como conocí Vejer. Antes me gustaría citar una frase del filósofo griego presocrático Demócrito: "El mundo es infinito y el hombre una circunstancia".
Fue hace dos veranos, en agosto de 2006. Un grupo de amigos nos decidimos por buscar nuevos horizontes más allá de la costa levantina, y así fue como alquilamos un apartamento en la localidad de Conil de la Frontera. Durante nuestra estancia hicimos varias escapadas, a Tarifa, al Parque Natural del los Alcornocales y a Vejer de la Frontera. Me quedo con estas dos últimas.
Vejer tiene algo especial, que es difícil explicar. Lo mejor es visitarla. Realmente vale la pena. Creo que además de su encanto hay algo oculto, como un campo magnético, una energía que te atrae y te hace sentir en paz.
Hoy es 19 de marzo, festividad de San José. En mi ciudad, a la que amo, llevamos varios días de exacerbada bacanal, juerga salvaje y ruido atronador. A mi la verdad es que las "Fallas" no me gustan demasiado, seguramente porque soy una persona amante de la tranquilidad, por eso me encanta Vejer de la Frontera.
El lunes os prometí que os contaría como conocí Vejer. Antes me gustaría citar una frase del filósofo griego presocrático Demócrito: "El mundo es infinito y el hombre una circunstancia".
Fue hace dos veranos, en agosto de 2006. Un grupo de amigos nos decidimos por buscar nuevos horizontes más allá de la costa levantina, y así fue como alquilamos un apartamento en la localidad de Conil de la Frontera. Durante nuestra estancia hicimos varias escapadas, a Tarifa, al Parque Natural del los Alcornocales y a Vejer de la Frontera. Me quedo con estas dos últimas.
Vejer tiene algo especial, que es difícil explicar. Lo mejor es visitarla. Realmente vale la pena. Creo que además de su encanto hay algo oculto, como un campo magnético, una energía que te atrae y te hace sentir en paz.
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